MÁS EXPRESIÓN AFECTIVA Y MENOS CRÍTICA
La crítica es la mayor destructora de relaciones que conozco, sobre todo aparece justificada con un deseo de mejorar al otro, de enseñarle,....Hay un ensañamiento del otro disfrazado de moralidad, de querer opinar y ser reflexivos; cuando en realidad, es muchas veces una demostración inconsciente de superioridad narcisista. Porque el que critica muchas veces se coloca en el Lugar del Saber y desde ahí se aleja afectivamente, no se pone en el lugar del otro, sino por encima del otro y desde ahí es imposible hacer crítica constructiva. Esta última, sólo es posible desde una conexión íntima con lo afectivo; es decir, requiere ver al otro y medir el impacto de nuestras palabras para ajustarse a lo que puede servirle y para ver cuándo le estamos hiriendo innecesariamente. El Amor es un lenguaje y se acompaña de muchas palabras y expresiones: “Te quiero mucho”, “cuídate”, “te ves muy bien”, “avisa cuando llegues”, “te extraño”, “estaba esperando tu mensaje”, “eres muy importante para mí